“ELLOS SON LOS TESOROS QUE DIOS NOS HA CONFIADO” Sta. María Eufrasia
Estimados Padres y Apoderados, esperando se encuentren bien junto a sus familias, reciban nuestro saludo fraterno, esperamos que se nos sigamos cuidando y ahora que comenzamos a desconfinarnos e ir de apoco volviendo a la normalidad, siempre acompaña en oración y quiera Dios, que pronto volvamos a rencontrarnos y volver a nuestras actividades con sus hijas e hijos, ellos son los que más nos necesitan para poder compartir con sus compañeros/as y volver a jugar, sonreír y aprender de lo importante que es la vida en comunidad.
Octubre es el mes de la familia y en estos meses hemos tenido la posibilidad de compartir más en familia y nos hemos dado cuenta del valor de los almuerzos y del trabajo en familia, el conversar y poder tener momentos que antes no teníamos. La vida de familia es una aventura, con sus momentos de alegría, sus dificultades y sus pruebas. Para que este lugar sea como una " pequeña iglesia doméstica", como lo decía San Juan Crisóstomo, un hogar donde cada uno se realice, crezca en el amor y pueda resplandecer al exterior, necesitamos la ayuda del Espíritu Santo. La oración nos permite aclarar y hacer progresos en nuestros papeles de padre, hijo, hermano ó hermana para construir una vida familiar rica, alegre, benevolente y fecunda.
"...La plegaria no es una evasión que desvía del compromiso cotidiano, sino que constituye el empuje más fuerte para que la familia cristiana asuma y ponga en práctica plenamente sus responsabilidades" (San Juan Pablo II).
La vida de familia reserva grandes alegrías pero también a veces sufrimientos. Cada acontecimiento puede ser una ocasión de rezar:
- Podemos rezar por nuestros hijos y confiar nuestro papel de padre a Dios. Podemos rezar como madre y como padre pero también por las madres y por los padres. Respaldemos, también, en nuestras oraciones las parejas que desean tener hijos.
- Nuestras oraciones pueden tener por objeto guardar o restaurar una armonía familiar, especialmente en las familias divididas.
- Podemos también rezar para que el Padre celestial proteja nuestra familia y que la bendiga o simplemente para agradecer por la suerte de tener una familia.
Un abrazo fraterno
